Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2018

Cuenta atrás

Mecano cantaba que es en los últimos minutos del año cuando toca hacer balance de lo bueno y malo. A mí, por naturaleza (y un poco por salud mental) me gusta quedarme siempre con todas las cosas positivas que me ha aportado - aunque, querido 2018, me lo has puesto un poco difícil -. Así que he decidido que la palabra que mejor resume estos 365 días es: APRENDIZAJE. He aprendido que salir del agujero que te ahoga no es huir, es volar, es buscar tu libertad. Los valientes son los que dejan atrás lo que les hace daño, lo que les limita, lo que les impide crecer. Porque si algo no te gusta, cámbialo. He aprendido que nuestro lugar en el mundo está donde nos sentimos felices, aunque no sea lo que hemos planeado, aunque implique abandonar la vida que creíamos que habíamos construido a medida para nosotros. Porque los sitios son las personas y pertenecemos a cada rincón donde hemos encontrado abrigo. He aprendido que es importante pedir ayuda cuando no ves la salida, que la mente es po...

Calma y tempestad

Hay quien nace para ser tormenta. Quien vive meciéndose entre las olas. Y se despierta libre tras la tempestad. Así eres tú, u n ciclón imparable. Una ráfaga de emociones incontrolables. Y créeme, no pretendo que seas brisa suave. Me gusta despeinarme con tu vendaval. Porque dentro de tu oleaje he sabido encontrar mi calma. Y tú la tuya en mi huracán. La vida es eso, derrapar. Resurgir de la vorágine. Y después del desastre, hallar tranquilidad.

Rincones

Hoy he pasado por delante de nuestro portal, ya sabes a cuál me refiero. Aquel rincón en el que me robaste mis primeros besos, allí donde la inocencia se perdía entre nuestras manos, donde despedirnos hasta el día siguiente nos ponía tristes porque la noche de por medio nos parecía una eternidad,  allí donde encontrábamos cobijo como dos prófugos que huyen de la ley. Pero no había lugar en el mundo con mayor justicia que ese, el equilibrio entonces no era nada imposible, las promesas lo valían todo. ¡Cuánta verdad escondían aquellos fríos escalones! Éramos dos locos enamorados queriéndose tan fuerte como si todo aquello fuera a acabar de un momento a otro, como si las luces se fueran a apagar o el telón se bajara de golpe, como si al otro lado de la trinchera nos esperara el fuego enemigo. Puede que lo viéramos venir. O quizá solo se trataba de eso, de querernos sin razón, porque aquel amor no entendía de lógica alguna. Hoy he pasado por delante de nuestro portal y me ...

Culpable

Me declaro culpable. Culpable de volar demasiado alto, de vivir deprisa y con prisa, de soñar a lo grande y despertar con hambre. Me declaro culpable. Culpable de no encontrar abrigo en ningún abrazo, de querer tan fuerte hasta hacer daño, de que no exista hogar en el que me pueda refugiar. Me declaro culpable. Culpable de amar la pasión y la tragedia a partes iguales, de agarrarme a la nostalgia cuando se nubla el presente, de ahogarme al mirar al futuro de frente. Me declaro culpable. Culpable de jugar con palabras que no dicen nada, de dibujar corazones invisibles en los cristales, de bailar con las miradas y apartar los ojos para evitar daños colaterales. Soy culpable, lo admito, pero no hay juez que me pueda condenar. Y aquí lo dejo por escrito, que mi único delito se llama libertad.