¿Sabes eso que dicen de que el mundo está lleno de gente pero de muy pocas personas? Y qué gran sensación cuando de entre toda esa gente, incluso en medio de tantas personas encuentras a LA persona. Esa que no sabes ni entiendes muy bien por qué, pero de alguna manera sientes que estaba escrito en alguna parte que se cruzara en tu camino. Es maravilloso.
Porque no necesitas saber con certeza cuánto tiempo permanecerá a tu lado, pero no te importa. Puede ser una gran semana, un gran mes, un gran año o una gran vida. Pero, en cualquier caso será muy grande, casi tanto como él.
Te limitas a disfrutar, exprimir al máximo cada instante, a no pensar, a dejarte llevar (aunque suene demasiado bien), a sentir, a querer, a vivir. Porque aunque no sabes qué es eso de la felicidad crees que algo tiene que ver con esas dosis diarias de vida que te proporciona estar cerca de él. Esos segundos, a veces casi imperceptibles que dan respuesta tantos porqués. Puede que aquello realmente no tenga nada que ver con la felicidad, pero qué más da.
Es tan real que no puede ser un sueño, pero tan increíblemente perfecto que cuesta creer que sea realidad. Igual es que así tienen que ser estas cosas, ilógicamente sensacionales, extraordinariamente sencillas, realmente mágicas. Quién quiere cuentos de hadas cuando la vida nos regala momentos que ni el mejor dramaturgo es capaz de escribir.
No piensas en el futuro porque está demasiado lejos, tan solo pides prolongar infinitamente este presente. Porque "siempre" es mucho tiempo, pero es posible que "hoy" dure eternamente. Al fin y al cabo no hay nada más emocionante que lo incierto y...¿Acaso hay algo que no lo sea?
Porque no necesitas saber con certeza cuánto tiempo permanecerá a tu lado, pero no te importa. Puede ser una gran semana, un gran mes, un gran año o una gran vida. Pero, en cualquier caso será muy grande, casi tanto como él.
Te limitas a disfrutar, exprimir al máximo cada instante, a no pensar, a dejarte llevar (aunque suene demasiado bien), a sentir, a querer, a vivir. Porque aunque no sabes qué es eso de la felicidad crees que algo tiene que ver con esas dosis diarias de vida que te proporciona estar cerca de él. Esos segundos, a veces casi imperceptibles que dan respuesta tantos porqués. Puede que aquello realmente no tenga nada que ver con la felicidad, pero qué más da.
Es tan real que no puede ser un sueño, pero tan increíblemente perfecto que cuesta creer que sea realidad. Igual es que así tienen que ser estas cosas, ilógicamente sensacionales, extraordinariamente sencillas, realmente mágicas. Quién quiere cuentos de hadas cuando la vida nos regala momentos que ni el mejor dramaturgo es capaz de escribir.
No piensas en el futuro porque está demasiado lejos, tan solo pides prolongar infinitamente este presente. Porque "siempre" es mucho tiempo, pero es posible que "hoy" dure eternamente. Al fin y al cabo no hay nada más emocionante que lo incierto y...¿Acaso hay algo que no lo sea?

Hola,
ResponderEliminarLa muerte, a tu pregunta, la muerte.
Y lo que experimentas es un proceso bioquímico, que se transforma en una respuesta fisiológica. Vamos, que segregas dopamina a kilotones. Dicho así pierde todo el romanticismo, pero es que lo soy tanto como un pepino de mar. (asco da ese bicho, dios)
Sobre eso que has dicho, que está escrito nuestro futuro, no es otra cosa que el destino, e igualmente, le voy a quitar todo el romanticismo a este concepto. Destino no es más que el tú y tus circunstancias en el espacio-tiempo (y entre ese espacio y ese tiempo, se intercalan decisiones y casualidades). Ni está escrito ni estamos predestinados. Y te digo más, NO es LA persona. Esa persona, tan especial y tal, la hubieses encontrado igualmente si, en lugar de vivir en España, vivieses en Argentina, Islandia o Nueva Zelanda. Estamos programados para enamorarnos. Está grabado en nuestra genética, es nuestra naturaleza. Hay que perpetuar la especie, biológicamente hablando. Lógicamente, no. Somos muchos en el Planeta.
Sobra gente...faltan personas.
No se si en algún momento, entre libro y libro de biología, te hayas parado a leer poesía, alguna novela, o algo que no tenga que ver con lo puramente fisiológico. Si no es así, te lo recomiendo. Aprendes mucho cuando descubres que no todo atiende a fórmulas matemáticas o procesos bioquímicos.
EliminarRespecto a tu idea del enamoramiento, es cierto que en nuestra genética está grabado todo eso de perpetuar la especie y tal, pero creo que el amor es algo mucho más profundo que un instinto animal y primario. No se, igual es que nunca has experimentado algo parecido. Te deseo de corazón que algún día te enamores y no conozcas más ciencia que la química irrefrenable entre esa persona y tú.
Que sobre gente, pero que no nos falten el amor y la poesía ;)
Olas Irene,
ResponderEliminarSoy el pepino de mar, contesto por alusiones y por partes:
Poesía no, novela, alguna, pero histórica. Prefiero el ensayo como género literario, sin duda. Y yo creo que se aprende más leyendo realidad que ficción, aunque esa ficción esté basada o tenga algo de verdad. Pero esto es entrar en el plano subjetivo y aquí cada cual es de su pá y de su má. Y que conste que ni soy científico, ni matemático...es más, soy de "letras", peeero, aun así he de reconocer que TODO lo que nos rodea y nos conforma atiende a fórmulas; matemáticas, químicas y físicas -físicas de la física teórica, cuántica, mecánica... entiéndaseme-. Pero vale, acepto la recomendación.
Amor =/= enamoramiento. Lo de tu post es lo segundo. "Amor", en el sentido poético-romántico de la palabra, es el que se profesan dos ancianos tras 60-65 años juntos. Dentro de ese "amor", hay intensidades, pero no es enamoramiento. Y no, no es mucho más profundo que una programación que nos ha instalado la Naturaleza -instinto-. Otra cosa es que ese instinto se dé en una u otras sociedades, unas u otras épocas. Pero sigue siendo el mismo que hace casi 200.000 años.
Y sí, por supuesto que he experimentado el enamoramiento -y correspondido-. Y sí, mola. Pero igual te digo, si ese enamoramiento no "evoluciona" a amor y ese amor se consolida... Algo, y más en estos días, harto difícil. Y aquí ya las 'ciencias puras' nada tienen que ver, o muy poco, en esta fase entran en juego las ciencias sociales: desconfianza, celos, mentiras, redes sociales, responsabilidades que impiden que la relación se consolide, distancia, que sus amigos o tus amigas no os caigan bien... y lo más importante: cuando empiezas a CONOCER, realmente, a esa persona. Cuando se tira el primer pedo delante de ti, eso es mágico. JEJEJE
Perdona por la chapa que te he soltado y de verdad, no lo veas como un ataque o injerencia a tus sentimientos, en absoluto. Te deseo lo mejor y sobre todo, que dure, tanto el enamoramiento como lo que viene después.
PD: "que no nos falten el amor y la poesía" me parece una redundancia, uno va implícito en la otra. Mejor: que no nos falten el amor y la cerveza.