Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2014

Recuerdos

Hoy me he acordado de ti, de mis primeros pasos por tus aceras, y de cómo mis piernas temblaban de no saber qué sorpresas me darías. Hoy me he acordado de lo preciosa que eres a pesar de los años, que no hay arrugas más hermosas que tus ruinas, que eres la anciana con más vida que he conocido. Hoy me he acordado de tus fuentes, de esas gotas de esperanza que emanan sin pausa, de tantos deseos acuñados en monedas. Hoy me he acordado de tus tejados, de lo cerca que parece el cielo cuando te tengo a mis pies. Hoy me he acordado de tu caos, de ese maravilloso desorden en el que logré encontrarme a mí misma. Hoy me he acordado de tus gentes, de ese susurro tan suave disfrazado de idioma que adoraba escuchar cada mañana, de esa manera de hipnotizar con las palabras. Hoy me he acordado de ellos, de aquellos extraños que sin querer aparecieron en mi camino, de sus caras, sus acentos, sus maneras, de cómo alegraban mis días, de los bailes, las confidencias, las risas, los llantos c...

Cobardes y margaritas

Pensó que tal vez la soledad era un buen remedio para huir de aquel puñado de cobardes. Miraba hacia atrás y solo veía la sombra de lo que pudo ser y no fue, todo por culpa del temor que les había producido sumar uno más uno. No se la habían jugado, no habían apostado por ella, se habían conformado con unos pocos besos y después nada. Esa panda de idiotas que habían prometido hasta dejar volar las palabras y esfumarse con ellas. Armados de absurdas excusas adornadas de verborrea barata, asustados al comprobar que el siguiente paso implicaba ponerse serios. Unas veces la distancia, otras "no eres tú, soy yo", otras simplemente el maldito miedo a mirar a sus sentimientos a la cara.   Se sentía culpable de un crimen que no había cometido, trataba de encontrar una explicación mientras sus lágrimas caían en gotas de frustración y engaño. Y ellos se hacían llamar hombres. Hombres de los que sacan pecho tras un ramo de flores y agachan la cabeza tras una mentira. Hombres que no s...

Búscate un hombre...

Que te eche a perder el pintalabios, pero no el rímel. Que te haga cosquillas con sólo mirarte. Que te enseñe el lenguaje de las carcajadas que no se agotan. Que te haga s entir que nada malo puede pasar al abrigo de sus brazos. Que haga temblar cada músculo de tu cuerpo. Que esté loco por tus huesos, pero también por tus curvas. Que te sorprenda. Que se pierda en tu mirada y no busque encontrarse. Que te escuche incluso cuando no sabes qué decir. Que te deje sin aliento. Que te haga soñar con los ojos abiertos. Que te haga volar con los pies en el suelo. Que te saque de quicio Que te saque los colores Q ue te saque a bailar  Que te baile el agua.

Coma etílico

Estoy borracha. Ebria de pensarte, ahogándome en cada gota de ti que salpica mi mente. No puedo dormir, todo me da vueltas, no he bebido y me siento mareada. Es tu culpa. Mi cabeza gira siguiendo el vaivén de tus impulsos, no sé qué pasa. El insomnio sólo ayuda a que mis pensamientos se muevan más rápido, casi sin control. Sólo tú puedes parar esta locura, esta juerga sin licencia que se han montado mis ideas. Estoy borracha. Apenas veo y tengo los ojos bien abiertos, no sé qué coño hago aquí. Yo sólo quería tomarme un par de besos contigo y ahora estoy como una cuba, se me ha ido de las manos. Y tú me dices sin hablar que se acabó, que están chapando, que la fiesta ha terminado. No bastará con mucha agua para curar esta resaca...

Carta a José Ignacio Wert, ministro de Educación

Estimado ministro Wert, Le escribo estas letras sabiendo de antemano que jamás llegará a leerlas, pues deduzco que dada su mentalidad tan poco “avanzada”, digámoslo así, tendrá escasa idea de redes sociales y esas cosas del siglo XXI. Me dirijo a usted para hablarle de algo que me tiene bastante intranquila, no se asuste, no quiero hablarle de política ni de cuestiones ideológicas. El tema que quiero debatir está muy alejado de colores políticos, o al menos así pienso yo que debería ser, se trata de mi educación. Bueno, vayamos por partes, no sé dónde están mis modales que ni siquiera me he presentado.  Mi nombre es Irene y estoy estudiando periodismo. Sí, efectivamente, en un futuro me gustaría poder asistir a una rueda de prensa y, si no es mucho pedir, poder hacerle a usted o al que venga detrás alguna pregunta que otra. Aunque claro, tal y como están las cosas parece que eso de que los políticos respondan a las preguntas no se lleva mucho. Esperemos que de aquí a unos...