Todo lo que ocurre a nuestro alrededor tiene una razón. Nuestras decisiones, nuestros errores y aciertos están condicionados por un por qué. Pero cuando tienes la certeza de que te encuentras en el momento y en el lugar adecuado, entiendes que todo encaja. Cuando llegas a la conclusión de este hecho acabas dándote cuenta de que no perteneces a otro lugar más que al que decidiste llegar, y que ese es tu sitio. Puede que esto les pasase a dos aprendices que, llegado el momento, tuvieron la desgracia y, sin saberlo, la dicha de poner sus pies sobre una Ciudad Encantada, esa que muchos califican como el culo del mundo. Había muchos motivos y muchas dudas que las llevaron allí, pero tarde o temprano coincidieron sus pasos y decidieron caminar juntas. Podían haber sido otros amigos, otros compañeros, otra carrera, otros amores, otra residencia, otra ciudad…podían haber sido miles de opciones y miles de caminos. Pero de todos ellos, engancharse a esa ciudad fue su acierto. Y...