Estoy borracha. Ebria de pensarte, ahogándome en cada gota de ti que salpica mi mente. No puedo dormir, todo me da vueltas, no he bebido y me siento mareada. Es tu culpa. Mi cabeza gira siguiendo el vaivén de tus impulsos, no sé qué pasa. El insomnio sólo ayuda a que mis pensamientos se muevan más rápido, casi sin control. Sólo tú puedes parar esta locura, esta juerga sin licencia que se han montado mis ideas. Estoy borracha. Apenas veo y tengo los ojos bien abiertos, no sé qué coño hago aquí. Yo sólo quería tomarme un par de besos contigo y ahora estoy como una cuba, se me ha ido de las manos. Y tú me dices sin hablar que se acabó, que están chapando, que la fiesta ha terminado. No bastará con mucha agua para curar esta resaca...