Gracias. Porque soy feliz y gran parte de la culpa la tienes tú y esa manía tuya de sacarme una sonrisa cada vez que estás cerca. Me gusta estar contigo. Y pasar las horas muertas tumbada a tu lado, perdiéndome en tus ojos y sin querer encontrarme. No necesito nada más que ver cómo los primeros rayos de luz chocan con tu espalda al despertar. Y que no digas nada durante un rato, que te quedes callado mientras me miras. Y que te pierdan las ganas de mí. Que nos falten horas en la noche para decirnos todo sin decir una sola palabra. Que no me canse de besarte. No quiero dejar de reír contigo. De soltar una carcajada tras otra hasta que se nos olvide qué era lo que nos hacía tanta gracia. Porque no tengo ni idea de lo que es esto, ni a dónde coño vamos. Pero me da igual, no me importa. Porque lo único que quiero es seguir disfrutando de este viaje, contigo.